Otra película cruda, truculenta y no se si necesaria. Parece que su intención es prevenir, No se sabe tampoco si su director quiere denunciar un caso real o servir placer al personal enfermo de experiencias fuertes, Todo menos esto, es demasiado explicito. Justifica lo atroz disimulando la poca cabeza, es concisa en lo cruel que explica y intenta delimitarnos las demencias que dan coartada a las salvajadas mas diagnosticadas de una sociedad definitivamente enferma y mal educada.
Aunque la acción se sitúa hace 40 años en Indiana, podría suceder aquí y ahora. Las crónicas negras están infectadas de las mismas miserias, vilezas y violencias gratuitas. Se filma gratuitamente la locura, la incultura como activadores de la maldad y el instinto criminal. Reconstruido el caso sumarialmente por Tommy O'Haver, narra a partir del juicio las terribles acciones de una madre con seis hijos profundamente religiosa que acaba ensañándose con una chica abandonada en su casa por sus padres en la que proyecta sus miedos y obsesiones. Otra crónica el lado oscuro humano, de sus miserias económicas, de sus fe religiosa como subterfugio. ¿Hace falta entrar en un cine para seguir viendo la descomposición de nuestra sociedad?. Es que ni para ver a Catherine Keener, ni a Jesús Franco. ni a Ellen Page, ni a Nick Searcy, ni...
martes, 17 de junio de 2008
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