Hace poco hablamos de Aleksandr SOkurow con motivo de su Aleksandra. Ahora, el director de El arca rusa nos presenta la primera de su trilogía sobre el exceso de amor como la define. Madre e hijo llega antes que Padre e hijo (en DVD) y en ella intenta diluir la frontera entre el cine y la pintura. Concentra en un lienzo practicamente estático y blanco, el amor,el sacrificio, la incondicionalidad y la grandeza espiritual que se profesan una madre enferma y el hijo que la cuida. Silencioso filme que sabe transmitir con los gestos y las palabras mínimas el sufrimiento provocado por el dolor de la enfermedad que narra y describe.
Unas poderosas imagenes sin limite que soportan estilisticamente todo el peso de su significado.
Sokurow pretende y consigue contarnos como es de complicado y duro amar a alguien mas de la cuenta, alguien dirá que nunca se quiere bastante, y sin medida alguna. Su film consigue enseñar nos la otra del amor, capturado, desbocado, nada romántico, intenso, doloroso, pero en todo su esplendo, mostrando, que pocas veces ocurre ni se sabe ver, toda su belleza, espiritual y artística.
jueves, 19 de junio de 2008
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