John Hillcoat no es el primero que descubre que un carro de la compra considerable pero todavia en buen uso, puede contener las desafortunadas pertenencias de dos seres perdidos. Ambos han sobrevivido a algun tipo de desastre llamemosle nuclear y deambulan entre zombies que se devoran entre si mismos como es sabido. Un mundo gris que enmarca la nueva era del canibalismo superviviente. Un permanente estado lacrimogeno que se mantiene gracias a los flash backs de madre y esposa respectivamente y que con su amor y esperanza nos conduciran a todos hacia un edulcorado feliz final, no conseguido sin dificultad despues de haber andado 110 min.
Magnificas imagenes de Javier Aguirresarobe y el siempre resulton Viggo Mortensen, a pesar de sobreactuar en algun momento, sostienen como pueden el cansancio de la tercera pata del cine de hecatombes. Y el film propone otro final a esta desgastada sociedad de la abundancia. O sea que las grandes superficies seran enterradas en sus feretros-carros por los que no habra que pagar nada.
Mejor el libro de Cormac McCarthy en su cuarta adaptacion al cine, a pesar del respeto mostrado al original, solo que Hillcoat no es los Coen. Kodi Smith-McPhee, Robert Duvall, Guy Pearce y Charlize Theron son los espectrales compañeros de viaje de este padre e hijo, perdidos, salvajes, callejeros o como se les ocurra llamarles.
miércoles, 10 de febrero de 2010
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