Un exceso de caracterización en este nuevo/viejo musical de Adam Shankman (Hairspray) que logra incluso no hacer creíbles a Paul Giamatti, un manager de figuras o a la moralista Catherine Zeta- Jones, una mujer con pasado. Menos aún un viejo rockero, Alec Baldwin, aunque este puede con todo, testigo de una insulsa historia de amor.Una correcta selección de la banda sonora compuesta de piezas de los 80 muy populares, (Led Zeppelin, Bon Jovi, Scorpions), no contribuye al espíritu de un musical y no tapa la bruta coreografía y puesta en escena a pesar de contar con el productor teatral Chris d'Arienzo. Dejamos para el final a Tom Cruise, momificado como Axl Rose, estrella del heavy metal, que intenta con Diego Boneta y Julianne Hough, hacernos llorar con la historia de la chica de pueblo que quiere triunfar en la ciudad y conoce chico que piensa sabe cantar....les suena.
domingo, 12 de agosto de 2012
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