Como "la película de la hija de David Lynch" llegó Surveillance a los pases de prensa matutinos de Sitges en el 2008. Tras la primera proyección, las expertas impresiones corrieron como de boca en boca y dereuda de pernsa en rueda de prensa y ya podían verse los primeros carteles de "agotadas las localidades". Tanto que no ha encontrado un hueco en nuestras carteleras hasta 4 años despues. Y no es de extrañar, porque Jennifer (Chambers) Lynch es como su padre especialmente en lo peor. Y es por su padre su elección por parte del jurado como la mejor película de la selección oficial que debio pensar que alguna cosa tendria que ver. Surveillance navega entre el thriller correcto "made in USA" y la "obra cinematográfica con pretensiones artísticas" en cada uno de sus planos. Lynch despliega ante el espectador todas las armas de las que dispone, siendo incapaz de ofrecer un producto indudablemente innovador, instalado desde hoy en el olvido
Lynch, David, ejerce como productor ejecutivo y es innegable en numerosos pasajes del largometraje.Una dirección de actores impecable, sustentada en un cásting inmejorable, de Julia Ormond a Bill Pullman, los dos personajes con más peso en la acción. La "vigilancia" de Jennifer Lynch a todos sus personajes, no habia detectado que es uno de los estrenos de este agosto en el Malda.
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