sábado, 4 de julio de 2015

Aprendiendo a conducir

Lleva tiempo Isabel Coixet, demostrando que lo difícil no es llegar sino mantenerse. No acaba de lograrlo tampoco en esta ocasión, pero como es de casa, nos la miraremos con cariño. El mismo que le profesan y salvan la cara, Patricia Clarkson y Ben Kingsley que ya trabajaron con ella en Elegy (2008), y que presentan como es habitual en su filmografia, personajes normales con estilos de vida particulares. Comedia dramática de encargo, solo justificable por la admiracion de la autora hacia NY, y que por una vez ha dejado el guión en manos de Sarah Kernochan (9 semanas y media) y el montaje a Thelma Schoonmaker (habitual de Scorsese) que complementan a la solvente directora para conferir algo mas de intensidad y potencia a la floja obra en general. El tema fundamental es; Se puede aprender a conducir después de una ruptura sentimental? Se puede trasladar el gabinete de un psicoterapeuta al habitáculo de un automovil auto escuela?.Es un sustituto de aprender a manejar tu vida? Se puede hablar además de todo durante la clase de transito y circulacion?. Ningún personaje, Grace Gummer o Sarita Choudhury son lideres en sus mundos, aunque si responden a  estereotipos muy definidos.Y así transcurre la relación entre el asiento del aprendiz y el del monitor, que también solitario, espera una novia de la India sin demasiados papeles, para llenar el vació de su casa compartida. Un encuentro casual en un taxi ante una discusión conyugal y el olvido de un paquete en el asiento posterior dará pie a este manual de auto escuelas.

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