Demasiados personajes estropeados desde su origen que debilitan la historia y la convierten en parodia. Opera prima de Gonzalo Bendala que lo mezcla todo como suele ser lo primo, tan alocada y dispersa que te mantiene la curiosidad de ver como acaba, lo cual tiene su merito. Miguel Ángel sola y Maxi Iglesias con cuatro momentos de nivel logran elevar lo sin sentido. Tan poco como que un profesor culpabilizado por haber dejado a su mujer tetraplejica en un accidente, pide ser asesinado por su alumnado para que ella cobre la viudedad y pueda operarse. La complejidad del asesinato y de montar un equipo para realizarlo, lleva a dilucidar diferentes formas de eutanasia y análisis de los errores de la infancia que por lo filosofado en el film, pagaremos siempre Salero sevillano para un thriller ambicioso que rinde homenaje a otros asesinos cinematográficos a sueldo que lo lograron, sin hacerse tanto el estrecho. Un asesino por encargo, nunca es inocente. Aura Garrido, Luis Fernandez, Javier Hernandez o Manolo Solo tampoco.
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