Como todo. Robert Guediguian, (Las nieves del Kilimanjaro)su cine, te gusta o no. Te place su forma de ver la vida, o lo encuentras todo justito y cursi. Sus personajes de siempre, Ariane Ascaride, Jacques Boudet o Jean Pierre Darroussin, trabajadores corrientes, enamorados de Marsella y sus aledaños y respirando Mediterraneo por los poros como Serrat en verano. Sueño, mentalidad onírica, humor rebelde y romanticismo sin falsedad, en este cine próximo e inocente. Esta vez sin carga política. Cuando llega el cumpleaños de una persona, lo normal es que, para celebrarlo, esté con las personas que le quieren. Sin embargo, Ariane se siente completamente sola. Por ello decide dejar su casa, la urbanización en la que vive, y coger su coche para perderse por las calles de la ciudad. De esta manera, comenzará una aventura en la que tendrá la oportunidad de conocer gente nueva. Esta producción, centrada en una mujer cuyo cumpleaños le recuerda lo sola que está, nos invita a acompañarla en un viaje sin destino a través de un universo imaginario y encantado en el que conocerá nuevas personas y nuevas oportunidades para cambiar de aires y de vida. Con especial atención a temas como la autorrealización, la amistad y la expatriación, el director muestra que los cambios, muchas veces realizados a lo loco, son la única solución para dar un giro radical a una vida insatisfactoria. Ariane Ascáride (La profesora de historia), musa y esposa de Guédiguian, interpreta a la solitaria Ariane. A lo largo de su viaje, la protagonista conocerá un sinfín de conmovedores personajes, a los que dan vida algunos de los rostros más famosos del cine franco.como la joven Anaïs Demoustier (Ellas).
sábado, 25 de julio de 2015
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