Después de volar con El vuelo, aquel aterrizaje forzoso de Denzel, Robert Zemeckis regresa al pasado y rememora el éxito del documental de 2008, con Oscar, de James Marsh, Man on Wire, tan magnifico que poco justifica al traslado al cine comercial. Si acaso la media hora final de suspension en el cable y que Zemeckis borda en su planificación de rodaje volátil y nunca mejor dicho. Tan buenos son estos minutos que no los estropea Joseph Gordon Levitt, porque nunca llega a la seguridad , personalidad, confianza en si mismo, egocentrismo y (huevos) que tiene junto al desprecio por su vida el autentico Phillippe Petit. Nada, ni la absurdidad del fenómeno, puede superar la locura de este artista anarquista conceptual francés, que en 1974 , con su mentor Papa Rudy, dispuso un cable entre las dos torres gemelas, (World Trade Center), en el que se mantuvo haciendo funambulismo durante media hora . Torres por cierto a quienes va dedicado el filme de Zemeckis. En su trabajo, remake, ejercicio como queráis llamarle, destaca eso si, el gran dominio que tiene este director, entre los 10 mejores de Hollywood de la técnica digital, IMAX 3D de vértigo, que le permite sobremanera, respetar los fondos de la imagen. Interpretan el equipo de soporte, también muy peculiar, Charlotte Le Bon, Ben Kingsley y James Badge Dale.
lunes, 28 de diciembre de 2015
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