La religiosa

Suzanne es una joven del siglo XVIII cuya vida cambia radicalmente cuando sus padres la envían a un convento para convertirse en monja. Allí, su rebeldía y dudas existenciales chocarán con la férrea doctrina impuesta por las madres superioras. Cuando la única de ellas que muestre comprensión y consuelo a Suzanne muera, la joven deberá enfrentarse a las vejaciones del resto del monasterio. Su pasión, convicción y sueños de libertad fuera de esos muros será lo único que la ayude a salir adelante. El director francés Gillaume Nicloux adapta, el clásico literario del siglo XVIII de Denis Diderot. En ella, el realizador aborda las ideas principales de la novela, como son la imposición de determinados valores religiosos por parte de las instituciones eclesiásticas y el efecto deshumanizante de la vida de clausura. Para ello, Nicloux, influenciado por su educación marcadamente religiosa, elimina el componente anticlerical del ilustrado francés para componer una oda a la libertad, tanto física como de pensamiento. No va contra la igleisia sino contra su intolerancia. Ofrece un nuevo final a la historia de la inacabada obra de Diderot y a la censurada versión de 1966, encontramos a la actriz Pauline Etienne (2 otoños 3 inviernos) como la rebelde capaz de dar la replica a sus superiores. Entre las madres superioras, Françoise Lebrun (Julie y Julia) se convierte en el gran apoyo de la joven en el convento, asi como ;aria Gedeck, mientras que Isabelle Huppert (Amor) y Louise Bourgoin (Un golpe brillante) serán las encargadas de convertir su confinamiento en el monasterio en  un infierno.