sábado, 9 de enero de 2016

Eisenstein en Guanajato

Peter Greenaway sigue en la cima de la florituras cinematográficas. Sus monólogos acaban agotando al espectador mas entregado y ferviente seguidor de sus regueros de pólvora que nunca explotan. Esta vez su incombustible héroe es Eisenstein, pero sin aportar nada sobre su mentalidad se supone que creativa.Si que la película aporta fuerza e ingenio. No menos atrevido cuando los equipos  de rodaje se adentran en l'alcoba del genio para descubrir los placeres de la sodomía. Cine dentro del cine para intentar gozar como Sergei intentaba terminar su inacabado filme Que viva México!, La trama la historia los exteriores todo queda debajo la alfombra. En 1931, tras el éxito de El acorazado Potemkin, el director soviético Sergei Eisenstein viaja a la ciudad de Guanajato, en México, para rodar una nueva película. Rechazado por la implacable industria de Hollywood, el realizador se deja seducir con el encanto y la frescura de su nuevo destino. Ayudado por su guía, se abandonará, por primera vez, a sus verdaderos deseos en un mundo en el que todo es posible y que cambiará para siempre su manera de ver la vida y su concepción del cine. El veterano cineasta Peter Greenaway (La Ronda de Noche) vuelve a las pantallas con una historia a caballo entre la realidad y la ficción con la que vuelve a su faceta más provocadora y repasa, en este biopic profano, uno de los episodios más desconocidos de su vida: los dos años que éste pasó en México, y las experiencias que vivió mientras intentaba rodar ¡Que viva México!. Greenaway entrega a un actor finlandés, Elmer Back, la responsabilidad de dar vida al realizador soviético, Luis Alberti (El lado oscuro de la luz) se convierte en su inseparable guía en esta comedia que viene de triunfar en los festivales de Berlín y Sevilla.

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