Embarazados ya lo habían estado Lopez Vazquez en el 83 y Pajares en el 87. Aquí lo están el chico para todo, Paco León y Alexandra Jimenez, dos resultones actores con gracejo demostrado, pero que juntos dan el efecto agua-aceite. Ni se mezclan ni se ayudan. Aunque uno este pletórico de si mismo y la otra llevando el embrión con convicción. Han esperado tanto a madurar la pareja para cumplir sus objetivos treintañeros, que se les ha pasado, no el tren, pero si el arroz y deben recurrir a la inseminacion artificial. Aquella en la que el mejor doctor suele llamarse Espartaco. El esfuerzo del guión por ser un SerPadres cómico, sostiene el film en su parte media, con este cursillo, "brainstorming" acelerado de métodos de crianza, a cual mas disparatado. Este contenido mantiene la esperanza de un final feliz cinematograficamente hablando, pero no, lo único que constatamos es la alergia a abandonar la libertad prepaterna. Se beneficia también el film de su directora, Juana Macias, madre de dos niños, cuyo conocimiento del tema impide que el espectáculo desemboque en drama. Toda ayuda es buena en el campo de la fertilidad y fecundidad. Entre los mas despistados andaban Ernesto Sevilla, Karra Elejalde y Elisa Mouliaa.
domingo, 31 de enero de 2016
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