Linda Blair y su exorcista es un dibujo de Diney al lado de este film de exorcismos vaticanos en el que hasta el demonio ha perdido el norte y no digamos el director Mark Neveldine (Crank com Bryan Taylor), que olvida todos los caminos que llevan a Roma.Olivia Taylor Dudley es la víctima tópica y gore, en cuyo cuerpo se manifiestan todos los síntomas sobrenaturales que se le ocurren a un guión detestable de Chris Morgan, que solamente podía ser leído en clave de humor negro sacro si lo hubiera. Sorprende la absurdidad de la narración que pretende hacerse un hueco en la retahíla de filmes exorcistas que cuelgan de algún estante. Como toque intelectual plantea una excursión por las catacumbas como si del Da Vinci se tratara. Grotesco pues film relleno de gruñidos, gritos horrendos, chillidos histéricos, cuchicheos en penumbras, silbidos penetrantes, contorsiones de circ de soleil y ,muertos que hablan como no, lenguas muertas. Michael Peña. Djimon Hounsou y Dougray Scott, contemplan impávidos incluso como la poseída pone huevos, cual gallina celestial. Una tapa, un pinchito, que digo un pinchazo
domingo, 10 de enero de 2016
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