Cine tosco, rudo, rural, social e irregular pero que sirve a Neeraj Ghaywan para a acercarnos los valores morales y de justicia que ahogan todavía a un país enorme en transito a la modernidad. En su opera prima lo narra a través de algunas historias de amor que intentan sobrevivir en una sociedad de dudosa moral y llena de corrupción hasta la orejas. Las castas, la diferencia de clases y las religiones marcan fuertemente una India anclada en los ancestros mas remotos. En la India actual un estudiante de un barrio pobre que se enamora de una chica de una casta superior. Una joven universitaria con un comportamiento nada convencional, luchará por superar la desaparición de su primer amor, mientras su padre se ve envuelto en una trama de corrupción policial que desafía su sentido moral. Por su parte un niño sin familia, buscará un lugar al que pertenecer. Los cuatro buscan un futuro mejor y, para conseguirlo, sus caminos tendrán que cruzarse. Personajes muy bien construidos, que giran alrededor de una juventud oprimida influenciada por la religión. A través de historias entrelazadas, en las que hay espacio para el romanticismo y la esperanza, Ghaywan hace una radiografía de la situación actual de los jóvenes indios, que viven un momento de cambio entre el crecimiento de la innovación en el país y los ritos ancestrales. El reparto de esta película premiada en el Festival de Cannes está formado por Richa Chadha (Benny and Babloo), Sanjay Mishra (Kick), Vicky Causal (Bombay Velvet) y Bhagwan Tiwari.
miércoles, 14 de septiembre de 2016
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