El gorrion siempre se ha vinculado a la juventud. No me hagan decir porque. Recuerdo incluso alguna cancion romantica.Y ahora es el cine nordico, bajo la direccion de Runnar Runnarson y que aqui nos presenta el brutal cambio que representa para un adolescente de 16 años pasar de la confortable ciudad, Reikiavik donde habita con su madre a vivir con su padre en la zona inhospita de los Westfiords islandeses. Desubicado frente aun padre alcoholico y fracasado, nuestro protagonista intenta sostenerse con un antiguo amor de la infancia y una abuela, unico ser cuerdo del contorno.. Obra cruda, austera, fria y medida en sus encuadres, que nos lanza a nosotros y nuestras emociones contra la pared gris como la bronca soberana de la abuela al padre borracho o en una fiesta especialmente cruel. Segundo film ganador de la concha de oro de San Sebastian, nominado al oscar per un cortometraje The last farm, demuestra la solidez de este cine gris, triste y contador de frustaciones que se agrupa con Two birds, Anna y Volcan, cerrando , es un decir la trilogia de como el desamparo genera tension. Ambientada en los paisajes de Islandia en la que intenta hacer un retrato veraz del salto de la inocencia de la adolescencia a la edad adulta. Lo hace a través de Ari, interpretado por Atli Oskar Fjalarsson (Jitters), un joven cuya vida cambia drásticamente al mudarse de la capital a un remoto pueblo pesquero, y que además deberá lidiar con la problemática relación que mantiene con su padre, al que da vida Ingvar Eggert Sigurdsson (De caballos y hombres). En este emotivo drama, también encontramos a Palmi Gestsson (Albatross) y al mítico Rade Serbedzij.
jueves, 15 de septiembre de 2016
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