Bien visto en el Festival de Cannes, (premio del jurado), San Sebastián y Ourense, llega a los cines el tercer largometraje del cineasta galo de origen gallego, Oliver Laxe. Define su film desde la primera secuencia mostrando la dicotomía del fuego: esencia de vida y destrucción. Siempre nos han aconsejado no jugar con fuego pero hay gente que no madura. Un símil con los árboles y las frutas: las mejores nunca están a la altura de la mano y tienes que subirte al árbol, es un riesgo, pero no solo te encuentras con frutos sino que las vistas son las mejores. El cine es alquimia y las imágenes nos transforman, como el propio fuego. Cuando te quemas y te echas agua ya no hay llama, pero el fuego sigue actuando en la piel. Los límites, son la belleza que lo pide y sus normas, aunque a veces es inalcanzable. Hacer esta película era complicado porque nunca se había hecho. Por una parte, el haber logrado dos premios en Cannes ayudó a conseguir los permisos de rodaje y fue necesario pasar las pruebas físicas para poder estar asegurados. El respeto de los bomberos forestales que se conmovieron al ver que el equipo les seguia hasta las llamas y entendieron que dignificaban su profesión. El fuego te habla, sobre todo de intuicion. Los personajes -actores son personas que han vivido el mundo el rural y tienen gestos que transmiten esta realidad. No es la típica película psicológica sino que conecta con la esencia de la naturaleza humana y, eso solo puedes hacerlo con actores como Amador, que sale de prision donde ha cumplido condena por incediario piromano y Benedicta, su madre. Los actores profesionales tienen máscaras que les alejan de su esencia. La eleccion de amateurs es un melon cerrado y el casting, intuitivo. El olor o el sonido que hace el pan al cortarse; así como la humedad o el placer de calentarte en una chimenea. El plano de Amador poniéndose los zapatos nuevos antes de ir a la feria es un plano sin diálogo pero que evoca muchas cosas. Los saca de la caja en la que los conserva envueltos en su papel original. Es una película construida con sensibilidad,serena y dulce. El film tiene la intención de servir a la comunidad. Y la mejor manera de servir es ser político, es ser poético. Esta pelicula cuenta la desestructuración, la desaparición del medio rural lucense, con el perro Luna y tres vacas, y busca culpables. La película clama por este mundo se muere cuando se origina un nuevo fuego que arrasa la zona. La peor condena para Amador y Benedicta sería ceder ante este mundo que se cae a pedazos. En la última secuencia, en la que Amador no responde a la violencia y se va con su madre, demuestran ser dos héroes que siguen adelante con sus valores. Sientes que el mundo es complejo y lo resume bien Benedicta: “el que provoca sufrimiento es porque sufre”
miércoles, 16 de octubre de 2019
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