Doug Lefler venia de ver "Gladiator" cuando firmo, Spy Game, Xena, Hércules para TV, Mortal Kombat o episodios de Dragonheart. Ya "Gladiator" abusaba de las maquetas informáticas que renacían la antigua Roma y digitalizaban los saltos de los tigres en la arena hasta el extasis y agotamiento de los cristianos espectadores. Sabemos que EEUU no entiende ni le interesa para nada la historia de la vieja Europa (Troya, El rey Arturo, El reino de los cielos, 300, hasta llegar a esta insoportable "La última legión"), como tampoco le importa demasiado la suya, al menos a través del cine. Pero animaba en esta ocasión la coproducción con Gran Bretaña para explicar el episodio sin duda inexplorado de la caída del imperio romano frente a los bárbaros del que solo quedo en pie por lo visto el acueducto de Segovia y la vía Láctea, amen del Coliseo. Ocasión perdida con un héroe de pacotilla con cara de todo menos de guerrero de la época, Colin Firth, - siempre nos quedara el Wallace de Braveheart-, y no digamos de la oponente heroína Aishwarya Rai, que confunde los platós de rodaje de violencia salvaje con las paginas del "Marie Claire". Seguro que el tema da mas de si y que el magnifico Ben Kinsgley, encontrara otro film donde mostrarnos su arte y una historia mas creíble, novelada si hace falta y con visos de buen trabajo de la BBC.
lunes, 27 de agosto de 2007
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