Parece que han aparecido estos días unas encuestas sobre la química de las parejas protagonistas. Decía un renombrado colega de Madrid una vez de una pareja, que tenían menos química que entre un cogollo de Tudela y un tigre de Malasia. Esto suelo ocurrir y muchas veces, se nota en la pantalla, incluso grandes directores han reconocido errores terribles de casting, a veces forzados por circunstancias y otras no.
No sabemos si hay química entre los directores de "Locos por el surf", Ash Brannon y Chris Buck, manifestando ahora que tuvieron la idea antes de la oscarizada "Happy feet" y podría ser porque los dos filmes no tienen nada ver excepto en lo acertado de los dos. Una historia de amor por el surf contada a través de un viejo rockero que enseña al aprendiz, desde construirse su tabla hasta el mínimo detalle. Una pena el excesivo diseño de los personajes para personalizarlos, a diferencia de "Happy feet" y que ahora es imprescindible revisar, hace que parezca mas una fiesta "rave" o una sesión de hip hop. Mancha que no oculta el ritmo de la acción y los excelentes gags perfectamente situados en el metraje. Sensacional el formato documental que adopta el film de animación para narrar los orígenes de la practica del surf entre los pingüinos.
martes, 21 de agosto de 2007
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