Fundamentado en "Cry Baby" y tirando todo el crédito por la borda con "Los asesinatos de mama", John Waters se enzarzó en filmar un musical rompedor del espíritu de Doris Day y lo consiguió cambiandola por Divine. Esta voluminosa actriz es quien precisamente participa en el "Hairspray" siendo su ultimo cameo. Los nuevos del histérico remake de Adam Shanckman que se fijan el pelo son: Travolta, increíble en su papel y que todavía conserva el mejor golpe de cadera del mundo después de Elvis, la Pfeiffer en una mala que canta divinamente y mejor todavía que en "Baker boys" y Zac Efron para aflicción de adolescentes.
Una banda sonora increíble mantiene al espectador, podría estar de pie, entre los mejores ritmos nunca superados de los años 60. Si hace 20 años Waters compuso un vídeo clip a partir de unas figuras de Broadway, el pastel del actual film, solamente responde al intento de visualizar una música rock con unos añadidos de soul increíble y blues para actualizar.
Para demostrar el desinterés cinéfilo, el guión abandona a Christopher Walken cuando mejor bailaba. Ah!, me contaron que Richard Gere hizo sus mejores papeles porque Travolta no los quiso. Mejor ir al video club y hacer el doblete. Que fiesta de principio de curso!.
lunes, 17 de septiembre de 2007
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