martes, 11 de septiembre de 2007
El idilio de Rohmer con el cine no ha terminado
Aunque se ha anunciado en Venecia, uno de los directores emblemáticos de la nouvelle vague, pienso que no finalizara nunca su idilio con el cine. No es que "El romance de Astrea y Celadon" sea un punto de inflexión mas en su carrera, cualquier experto puede encontrar en ella al menos media docena, pero su retahíla de homenajes a la historia del cine, convierten su ultima obra en un juego multicolor. Con el eje básico de la incomprensión en el amor, con los decorados que por kisch no son menos creíbles a pesar de las criticas, dibuja un entramado de personajes que se mueven entre Calixto y Melibea y los amantes de Toledo. El guión previo de Zucca ha sido absolutamente manipulado y rebajado en plan Buñuel para abaratar costes de toda clase de figuras mitológicas en lucha con los efectos digitales que utiliza en absoluto. Otra película de época ("L'astree" de Honore d'Urfe), después de la para mi novedosa, "La marquesa y el duque". El elemento femenino vuelve a estar en primer plano, hasta el punto en que el protagonista tiene que vestirse de mujer para poder estar junto a su amada. Rohmer esta por méritos propios fuera del tiempo y cualquier joya suya es tan moderna y actual como el descubrimiento de una nueva tumba egipcia.
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