Si en "Innesfree" estuvimos en el campo de John Ford, si "en construccion" estábamos en cualquiera de nuestros barrios en obras permanentes, hoy y presumo que por pocos días nos veremos "En la ciudad de Sylvia". Una ciudad y una cámara que se toman su tiempo para mirar y sabéis todos como va de caro el tiempo. Aquí no solamente es oro, sino consciencia, belleza, búsqueda de no sabemos bien bien que pero es igual y ausencia de palabra. Guión ?ninguno. Un joven vuelve unos años después a Estrasburgo donde vio o conoció a una joven que se puede personificar en Pilar Lopez de Ayala y sus ojos-cámara se dedican a observar y analizar las luces y reflejos de ángulos de caras infinitos que se pueden hacer coincidir con el vago ya recuerdo por lo que parece.
Ver este film puede ser un ejercicio de yoga. Sabes que lo has visto pero no sabes lo que has visto, porque si te quedas lo ves. Guerin construye su propia genealogía del gesto y la mirada dejando que sin atmósfera, el espectador ponga la suya, que busque su verdad donde quiera que este y que vuelva aun pasado donde quizá conoció el amor. Un pasado lo tenemos todos en la ciudad que propone Guerin. Por cierto , ahí van los estrenos en este país:- Cabeza de muerte- Cásate conmigo- Conversaciones con mi jardinero- En la ciudad de Sylvia- Hairspray- La hora fría- Os declaro marido y marido- Soñar no cuesta nada- Un corazón invencible
sábado, 15 de septiembre de 2007
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