Antoni Ribas

No me ha gustado como han tratado los medios el fallecimiento del director catalán Antoni Ribas. Ya se que ha sido precipitado, inesperado, que no había "neveras" preparadas en las redacciones, pero en general se ha respondido al desgraciado óbito con la frialdad con que en vida la industria y las administraciones acogieron sus proyectos que tiro adelante como pudo. Empezar con "Las salvajes en puente San Gil" y la peor, "Las palabras de amor" a mayor gloria de Serrat, le llevaron después de pasar por Cannes con "La otra imagen" a una trilogía sobre la historia reciente de Catalunya que un día se reconocera. Empieza entre 1983 y el 86 con "La ciudad quemada", "Victoria" de 9 horas para mal acabar con "Tierra de cañones" del material de los cuales no estaba hecho su corazón maltrecho en cien embites contra el elefante del oasis. También tuvo que ver el "golpe" emocional de su sentada delante de la Generalitat cual "homless"y que ahora iba a convertir en film autobiográfico que no podremos ver. Alguien también un día tendrá que explicar porque tuvo que rodar su film "Centenario" sobre el Barça en Lerida, aunque la respuesta esta bajo la alfombra de Gaspar. Rindamosle un último homenaje con "Jaulas de oro" si la televisión publica se digna a programarla. Quizá no sea un catalán universal pero ahora esta departiendo amigablemente con el primer torero porno y Dali.