De Michael Radford, apreciado y poco prodigo director ingles podría hablarse de dos lineas de creación. Sus adaptaciones literarias,"1984" de George Orwell o "El cartero y Pablo Neruda" y las mas comerciales como "B Monkey" o "Pasiones en Kenia". Entre estas últimas habría que colocar "Un plan brillante" (o Fawless) que solamente salvan de la mediocridad una diferente y madura Demi Moore y el siempre brillante, este si , Michael Caine. Los dos, la alta ejecutiva y el encargado de la limpieza de una empresa londinense, han urdido un plan para apoderarse de unos diamantes. Luego se pierden en reuniones furtivas, despachos sin glamour, entre una notas de jazz de los 60 y una insulsa investigación. Todo nos remite demasiado a los atracos perfectos que en el cine han sido como atraco a la inglesa, atraco a falda armada, atraco a las tres o incluso al furgón blindado y algún que otro golpe perfecto.
Y un recuerdo incomprensible. Como Demi Moore a pesar de su innegable glamour, pudo tapar, que no para el público presente en la sala, la presencia premiada de Liv Ullman en el pasado San Sebastian. Es como si Balaguero "tapase" hoy a George A Romero en Sitges. Terrorífico de momento.
domingo, 7 de octubre de 2007
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