Lo extraño es que el cine ahonde mas y mas en el espectáculo del terror cuando en cualquier telediario se superan las atrocidades mas inimaginables. Pero ahí esta otro debutante, Bryan Bertino, suponemos que sin nada mas que hacer, que sin metafisica de ningún tipo nos suelta a bocajarro lo que se llama un tiro seco para descerebrar. Desnudo, sin comedia, sin casi efectos especiales a parte de una música de miles de decibelios y algún que otro UUUHHH!! fuera de sitio, nos deja aterrorizados de lo que puede llegar a hacerse o filmarse sin casi recursos, en la mejor linea Corman.
Sobrevivimos a la espera de ver a Liv Tayler y también al resultado de la acción como si de un resultado de fútbol se tratara. Conocido el final desde el principio, siempre es una apuesta, uno puede dejar jugar la imaginacion sobre la pareja protagonista que pudo haber sido y no fue. Demasiados minutos, aunque pocos, brutales, para tan poco contenido e insulso. Demasiado pan para tan poco queso. Y que no sea el principio del declive de una estrella que en su día fue musa de Bertolucci.
jueves, 25 de septiembre de 2008
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