Vamos a reconocer que con el cine de Randall Kleiser, Cariño he agrandado al niño, Colmillo blanco , El llac blau, El vuelo del navegante, Grease y Sombras de sospecha, lo podemos haber pasado bien. Vuelve ahora por encargo a su lago azul, utilizando la presencia de Amanda Bynes como los hizo con la figura de Brooke Shields en su momento. Repite en todo momento cliches, formas, resabiados romanticismos, aproximaciones a slapstick y el mismo chiste mil veces repetido hasta hastiar. Kleiser que merece un respeto por Grease, que dirigió por ser amigo de Travolta, y a quien su productor odia, desaprovecha entre otras cosas el potencial cómico de Bynes, en quien intuimos algo mas que un pedazo de carne dispuesto para solaz de quinceañeros. Un film que debería no recomendarse a mayores de 16 años, y donde se podran identificar además a Chris Carmack, Jonathan Bennett y Jamie Lynn SIgler.
La belleza citada, una prostituta y una estrella de rock se veran abandonados, cual programa de television de supervivencia, y deberán luchar por sus necesidades mas básicas entre las que se incluye curiosamente también el sexo. Randall, que admiraba a Elvis, quien murió mientras rodaba la canción Look at me, I'm Sandra Dee, ha rodado un film que podría ser porno y solamente es estúpido
martes, 16 de septiembre de 2008
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