Odio directamente estos títulos ni siquiera traducidos ni bien ni mal. No hemos de confundir a Brian Robbins con Tim, como podeis imaginar no tiene nada que ver. Pero Eddie Murphy, no me digáis porque, me cae bien. Aquí se mete en una nave espacial con forma humana en la que hay un ínfimo capitán que pese a su estatura la comanda. Muchas referencias al Star Trek, con explícitos homenajes entre los que el preludio de nave va entendiendo y conociendo las bondades de ser humana y nuestra perpleja y arruinada especie (algunos).
Mi querido Eddie en franco declive por culpa de sus guiones mal elegidos que no citare, resistiendose aser una caricatura de si mismo en un programa de imitaciones de television. Ya peinso que debe complicado dirigirlo por su histrionismo, pero si que todo proyecto tiene que tener una mínima estructura y entidad la historia. Han pasado 10 años desde su Bowfinger y aunque ya ha sido sustituido en el mundo de la comedia de color, pronto no le querrán acompañarle ni Elisabeth BAnks ni Gabrielle Union. De todas manera hay que conocer a Eddie, aquel divertido superagente en Hollywood.
miércoles, 24 de septiembre de 2008
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