Que decir de nuevo y de bueno sobre el film barcelonés de Woody Allen. Que Penelope no es ni Vicky ni Cristina, que sale hacia la hora de film y se lo come. Que Allen incide en la problematica sexual rebajando gracias al helenco el nivel generacional. Que una vez mas las musas eróticas de Allen no son las mías si exceptuamos a Mira Sorvino. Que debido a que los protagonistas son dos turistas norteamericanas y dos pintores españoles queda poco espacio en el no su mejor guión para los gags clásicos del maestro. Que un año mas el prolífico director, intenta evaluar las relaciones personales complicadas y las dificultades sentimentales. Que su humor inmenso y socarrón nos hace olvidar pequeños olvidos por las prisas, alguna irregularidad de universo personal alleniano y nada manchara su increíble trayectoria como artista.
Que su cámara ha recorrido sin pausa su Barcelona y que la ha añadido a su Londres, París y Florencia. Que el film funcionara en todo el mundo incluidos Japón y EEUU, quizá con la mejora taquilla de sus éxitos. Que la mejor del reparto es sin duda Rebecca Hall. Y que a su lado, el Bardem y la Scarlett, parecen la estatua de Gaudi del Paseo Manuel Girona. Celebremos que por una vez, el titulo del director se haya impuesto al del productor, que es lo que pasaba en las películas buenas de antes. Como esta.
Pero había mas estrenos y eran: 1:1 (ojo por ojo)- Atrapado en un pirado- Cuatro vidas- Los extraños- Vicky Cristina Barcelona
sábado, 20 de septiembre de 2008
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