Entes dormidos, que se dejan ver en forma de mujer, colores suaves que otorga mas paz al sueño reparador de los soldados,en definitiva, almas perdidas que nos hablan a través de mediums. En un pequeño pueblo de Tailandia una extraña enfermedad del sueño está afectando a un pequeño grupo de soldados. A falta de hospital, utilizan un colegio abandonado regentado por una mujer y su marido. A medida que el matrimonio cuide de los enfermos, ella se irá sintiendo más unida a un joven sin familia. Esa relación levantará ampollas en la pareja, hasta el punto de que la cuidadora se meterá en una relación turbulenta que cambiará su futuro de una manera increíble. El realizador tailandés Apichatpong Weerasethakul (Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasadas) vuelve con este drama con elementos de fantasía que se ha mostrado en los festivales de Londres y Sitges y ha obtenido una nominación en el Festival de Cannes, muestra la historia de una mujer en edad avanzada que se ocupa de cuidar a un grupo de soldados enfermos en una escuela de la ribera del Mekong.Pinta el mundo onírico de un forma vulgar o corriente. Para escenificar la unión entre los protagonistas, Weerasethakul se sirve de varios elementos de la tradición tailandesa, con los que remarca la importancia de los sentimientos y cómo estos afloran en los momentos más insospechados. Cuenta con varios rostros conocidos en el cine tailandés, como Jenjira Pongpas (Sang sattawat) o Banlop Lomnoi (Tropical Malady), que se encargan de dar vida a esta hipnótica fábula impregnada de un realismo mágico que sumergirá al espectador en un mundo onírico lleno de imágenes memorables.
domingo, 10 de abril de 2016
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