El armiño, seria el titulo siempre un poco spoiler, pero el suyo. Christian Vincent, director de La cocinera del presidente en el 2013, conduce con una cosa en cada mano, la tragedia y la comedia, con acierto, sin querer llegar además a ninguna conclusión dramática como mo sea le buen fruncimiento del sistema judicial francés. Evitando también los tics del cine judicial, cuenta con Lucchini Fabrizi y Sidse Babett Knudsen, que le salvarían la función si hiciera falta. Ellos con Corinne Massiero y Eva Lailer, redondean la presencia de este juez, que apunto de jubilarse, se encuentra con una antigua mujer de la que se enamoro sin decírselo hace 6 años como miembro en un jurado. Siendo esto el eje del guión Vincent le da una coz de paso a los banlieus, al multiculturalismo y a un infanticidio con el que para resolverlo solo cuenta con su idilio con el mundo judicial y su maquinaria. El juez que ya no cree demasiado en su función de repartidor de justicia. tan duro consigo mismo como con los procesados, se le llama el juez de las dos cifras porque siempre entre dos escoge la mas alta. Abandonado su hogar, vive en un apartamento con su perro. Magnifico reencuentro de director y actor después de 25 años de La discreta. El film arrasa en Francia.
lunes, 11 de abril de 2016
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