40 años después, vuelve Pedro Almodovar a dar un nombre propio a su película. Pepi, Lucy y Boom , quedan en el 78, como inicio de un tipo hispano de nueva ola, Con estos cine autores, como Allen, pasan algunas cosas comunes. Todo el mundo quiere trabajar con ellos. Hasta se transforman unos en otros para demostrar su versatilidad con efectos especiales. Adriana Ugarte (Julieta joven) es Emma Suarez(Julieta mayor), pero esta podría ser Imma Cuesta y Daniel Gao, Dario Grandinetti, Michelle Jemmer o la mismisima Rossy de Palma presentando Gaudis. Siendo la mayoría adolescentes, habla Almodovar de la dificultad de saber todo sobre su madre, de porque salen los pescadores en plena tempestad, porque a los artistas les gusta el mar, todo captado por una extraña luz de Claude Larrieu, que unos interiores de tren o de automovil, indefinibles, coloreados nos remiten a una mas que incierta ciencia ficción. Dueño de los abrazos partidos, parte de tres relatos de la nobel Alice Munro, por ello son tan acertados los relatos femeninos, a los que describe desde los gases y detritus estomacales para con esta materia embellecer el corazón de la mujer. La crisis de la industria ha reprimido las veleidades del artista, quedando limitada su extrovertida y aparatosa estética a sus coloristas decorados, haciéndole por otra parte un favor, abrazando esta otra escueta y ascética imagen del ciervo en la nieve. Una breve referencia al cine de mujeres de los 40 y decir que es un melodrama correcto, sin necesidad de convertir este blog en un Cahiers de Cinema por el solo hecho de ser Almodovar. Por una vez un Almodovar medido, sin risas ni concesiones a la elección de sexo, un ejercicio de buen cine maduro. Por un momento, solo he encontrado a faltar la figura de Chus Lampreave, barriendo el ascensor o saliendo de la cocina anunciando que el pollo ya esta.
jueves, 14 de abril de 2016
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