El film de Shane Black (Iron man 3, Kiss kiss bang bang) viene directamente de Cannes pero podía haber venido directamente de Santa Maria y els Monjos. Y es divertido porque el guionista, Anthony Bagarozzi, esta contrastado. Localizada en los años 70, perfectamente ambientada y con los iconos en su sitio es un magnifico viaje al reciente pasado con la cámara de otro grande de la fotografía, Phillippe Rousselot .Y en este pasado también Black nos sitúa dos actorazos como Rusell Crowe y Ryan Grossling que ahora ya sabemos que hacen reír si se les dota de gags inteligentes, algunos negros y casi ninguno escatológico a no ser que sean visuales. Con el implante de sonrisa en la boca, no se yo si me acordaría del espíritu de Blake Edwards. Cine negro de trama compleja que igual la risa nos impide reconocer la corrupción, el cine X, la política o las mafias, esferas donde están cómodamente instalados, Kim Bassinger, Matt Bonner, o Angourie Reci. Torpes y fatales nuestros protagonistas deberán localizar a una niña desaparecida y les acompañara otra muchacha mas adulta que ellos dos juntos. Una movie buddy que intentara emular la saga de las armas letales. Y recordamos quien era el productor de ambas, Joel Silver, que tambien es un buen tipo de cine.
sábado, 11 de junio de 2016
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