Baños acuíferos, bellas imagenes de vapor, una trama enrevesada como la carretera de llegada al balneario suizo y casi tres horas de arquitectura casi gótica también. Sobrada de metraje y de imagen es absurdas e inútiles, si hunieran metido en el pack un poco mas de Alpes. Para respirar mejor mas que nada. Un prometedor broker de Wall Street es enviado por su empresa a un balneario en los Alpes suizos. Allí tiene la misión de encontrar a Pembroke, su jefe y paciente del exclusivo spa, y traerlo de vuelta a pesar de sus negativas. Cuando llegue al idílico lugar, y empiece a indagar en los secretos que esconde, le será diagnosticada la misma enfermedad que al resto de pacientes, quedando recluido como todos ellos para iniciar su tratamiento con una supuesta cura milagrosa. 14 años después de aterrar a millones de espectadores con el remake de The Ring, el oscarizado Gore Verbinski (El llanero solitario) vuelve al género de terror con La cura del bienestar, escalofriante thriller psicológico en el que un aparentemente paradisíaco balneario se convertirá en una pesadilla para un joven agente de bolsa interpretado por Dane DeHaan (Life). Con un potente estilo visual y una atmósfera insana, el realizador reflexiona sobre los males de la sociedad actual, como la codicia y el ansia de poder, y cómo la búsqueda del éxito y la obsesión, casi hipocondríaca, por una salud perfecta se convierten en una cura tan rápida como transitoria e inadecuada. Junto a DeHaan, completan el reparto principal Mia Goth (Everest), Jason Isaacs (Infiltrado), Harry Groener (El Instituto Atticus) y Celia Imrie.
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