Marga Melia carga su film con una mochila de referencias cinefilas, la mayor parte demostrando su filia francesa que junto a su componente independiente, se hace perdonar esta hisotria de amor intercultural que no interesa demasiado. Film barato sobre la crisi de los treinteañeros pero sin pasarse a libro de autoayuda de una pareja que sobrevive a la canicula veraniega en Barcelona. Película pequeña , con techo, sin pretensiones, barata como un cafe con hielo en cualquiera de las plazas o terrazas de la capital catalana. Una pareja cuya situación económica les obliga a alquilar una de las habitaciones de su piso para pagar la hipoteca, el chico debe viajar una temporada a Londres por trabajo, lo que cambia la vida de Julia por completo. Mientras su novio está fuera, ella compartirá casa con Luuk, un extrovertido fotógrafo holandés. Su convivencia les llevará a plantearse si su vida es realmente como esperaban o si, por el contrario, han terminado acomodándose. Escrita y dirigida por la debutante Marga Melià, esta ópera prima refleja las inquietudes vitales en una Barcelona globalizada. La ausencia temporal del novio de una pareja será el desencadenante de una nueva etapa de su protagonista femenina en esta historia sobre la identidad, el amor, la amistad y el crecimiento personal en la que Melià entremezcla situaciones frescas y divertidas con silencios cargados de significado. Como estos tres personajes en plena transformación existencial, Bittersweet days cuenta con Joan Miquel Artigues (El secreto de Puente Viejo) y los debutantes Esther González y Brian Teuwe.
lunes, 19 de junio de 2017
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