Querer ejercer otra profesion, o alguna, y ademas ganarse el aplauso social es lo que como nuestro protagonista, hemos querido alguna vez o no . Taratuto, reiterativo en su cine, quiere de esta forma penoso comica llegar al gran publico argentino, que como todos los publicos actuan de forma ficitcia para esconder sus miedos e inseguridades personales. Sirve tambien el film para que Adrian Suar, productor televisivo de cierto renombre, debute como actor para satisfacer su ego e intentar cerrar un ciclo personal. Lo que pretendia ser una comedia sofisticada, acaba por mor de los duendecillos malditos de los guiones, en un pastoso romanticismo y una lucha de sexos de sal gorda. Ni Valeria Bertuccelli logra salvar la funcion con su abnegacion poniendo en peligro grave su carrera hasta hoy brillante. una actriz prácticamente desconocida que consigue un papel en la próxima película de Fabián Brando, la gran estrella de su país. Durante el rodaje, surge entre ellos un apasionado romance que, en tiempo récord, termina en matrimonio. Pero una vez pase la boda, Florencia se dará cuenta de que se ha enamorado de un personaje, y que su marido es en realidad un auténtico patán. Cuando Fabián descubra lo que opina su mujer, ideará un plan con la ayuda de su guionista de confianza. Después del éxito de Un novio para mi mujer, el trío formado por el director Juan Taratuto (Papeles en el viento) y los actores Adrián Suar (Dos más dos) y Valeria Bertuccelli (Todos queremos lo mejor para ella) se vuelve a reunir. Con dosis de humor absurdo, en el que la sonrisa es más habitual que la carcajada, la cinta reflexiona sobre las relaciones de pareja a través de sus dos protagonistas, cuya profesión les lleva a tener que conciliar lo impostado de su oficio con su verdadera personalidad. Secundando a Suar y Bertuccelli en este film se encuentran Gerardo Romano (Betibú), Norman Briski (La mala verdad) y Marina Bellati.
miércoles, 14 de junio de 2017
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