Nada en el film de Erik Canuel es sutil, poco excesivo, nada absurdo o minimamente argumentado. Un contenedor de reciclaje de viejas formulas de todos los subgeneros policiacos, ninguno referente claro del thriller y con unas secuencias aparatosas, vulgares, rudimentarias sin la minima factura visual que defina al director o lo que sea.
MAs cercana a la comedia que a otra cosa, con una rivalidad mas que extraña entre Colm Feore y Patrick Huard, como si los canadienses francofonos fueran peleones e indisciplinados y los ingleses, limpios, educados y finolis. Como en todo buddy movie, los protagonistas aprenderan a quererse y evidentemente a entenderse profesionalmente.
Persecucion pues policial de un asesino en serie, (otro y van...)que sirve para construir la verdadera tension de la historia que es al parecer las dos formas de entender esta gran nacion que es Canada. Ontario y QUebec obligados a compartir una investigacion y nosotros a compartir estas dos horas didacticas de llamemosle, cine de accion.
martes, 9 de diciembre de 2008
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