miércoles, 31 de agosto de 2016

Experimenter, la historia de Stanley Milgram

El que fue una gran autoridad en el campo de la psicología, (+1984) defienda ya en 1961 los peligros sociales y personales de la obediencia porque si. O sea sin espíritu critico o análisis previo. Tratado rigurosamente con la densidad científica que requería el discurso por el estadounidense Michael Almereyda (Nadja) te interesa inmediatamente. Pero tan intensidad era imposible mantenerla para el espectador medio e incluso el especialista. Decorados asepticos que ayudan a la concentración y una estética helada, las rompe el director con efectos teatrales, fotos en blanco y negro o un elefante en un pasillo. Cosas e imagenes que en otro contexto molestarian pero que aquí se agradecen para poder continuar. Provocar al espectador, parecer un descontrol, narrativa en parte experimental, romper convencionalismos , en definitiva incitar a la desobediencia y la subversión. Después de ahondar en la teoría  de los seis grados de separación, en 1961, el psicólogo Stanley Milgram llevo a cabo, en la Universidad de Yale, una investigación sobre la obediencia, planteada a raíz del juicio a Adolf Eichmann (comandante del campo de Auschwitz), con el que pretendía dilucidar la relación de las personas con la autoridad. Sin embargo, el experimento de Milgram no era como cualquier otro, y sus resultados, aún a pesar de haber descubierto aspectos del comportamiento humano hasta entonces inéditos, desataron una de las polémicas más sonadas del siglo XX. Michael Almereyda (Guerra total) se acerca a la controvertida figura del psicólogo Stanley Milgram y al polémico experimento psico-sociológico sobre la obediencia que le hizo pasar a la historia de esta disciplina. Vemos cómo se fraguó esta investigación, basada en experimentos de laboratorio, como colocar a dos sujetos humanos a ambos lados de un cristal, y dar a uno de ellos la potestad de aplicar al otro pequeñas descargas eléctricas, que eran de placebo, si éste cometía un error en un test de memoria. Judío como era se le empezaron a a tribuir otros intereses que no fueran solo s¡cientificos.  Los perturbadores resultados, con los que Milgram pretendía ofrecer un nuevo prisma sobre el Holocausto, hicieron que le tildaran de mentiroso y manipulador. Peter Sarsgaard (Black Mass ) y Winona Ryder, su esposa, otro gran atractivo del film, lideran, un reparto completado por John Leguizamo (Hermanísimas), Anton Yelchin (Star Trek: Más allá) o Kellan Lutz. Con Jim Gaffigan, Edoardo Ballerino y Tarvin Manning consiguen casi demostrar que el ser humano es sumiso, que obedece ciegamente a pesar de ser consciente en muchas ocasiones de estar obrando mal. La conexion con el Holocausto estaba servida.

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