Aunque toda la filmografia de Zhang Yimou tiene el sello reinvidicativo de las condiciones culturales y politicas de su Pais Xina, en este ahonda especialmente en lo bueno y lo malo que trajo a sus compatriotas la Revolución Cultural. Regresamos a casa después de un amnesia psicológica musicada magistralmente. Adapta la historia del abuelo de la escritora Geling Yan, quien después de ser encerrado en un campo por disidente, pudo volver a su hogar. Un film imprescindible que ha tardado mas de dos años en llegar y que, comparandolo con la tradición del cine chino, emplea muchas mas imagenes de lo habitual para narrar que la esposa del deportado no le reconoce, así como el desbarajuste ideológico y de todo tipo que ha resultado de la férrea dictadura de Mao. Yimou que en 22 años de carrera ha llegado a dirigir Vivir o La linterna roja, también ha realizado modernidades como peleas de artes marciales o Keep Cool. La explosión en el seno de la familia, de secretos, medias verdades y otros desencuentros, le devuelven su lugar en los clásicos con Gong Li, su musa y esposa desde Sorgo rojo, Chen Daomin, Zhang HUiwen y Guo Tao. Después del fracaso total con La maldición de la flor dorada, vuelve Yimou a poner su carrera en los ralles que le han llevado al reconocimiento internacional. Con Qiu Ju, Happy Times, sale del túnel del Berlin 88, gracias al cual ha podido desarrollar su carrera en medio de la fuerte censura china, que ahora ya no se molesta con sus magníficos y estéticos alegatos.
martes, 9 de agosto de 2016
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