Alpha

El perro lobo, consumidor de "Ultima" siempre ha sido un buenazo, tipo Superman, pero en el mundo de los caballo-perros. Ese era el principal objetivo de Jack London con diferentes titulo, Perro Blanco, en Alaska. Hermano de Allen, Hughes se embarca en su sexto trineo para realzar de nuevo la amistad del perro con el hombre y como mucho su evolucion historica. Sin ser tampoco En busca del fuego de Anaud si que recurre al calor de la familia para otra leccion de supervivencia transmitida desde los ancestros.  En los años 20.000 a.c, durante la era glacial, un joven afronta su primera cacería junto a otros miembros de su tribu. Tras caer herido y ser dado por muerto por sus compañeros, el muchacho se verá obligado a sobrevivir en una naturaleza inhóspita e implacable. Su único aliado será un lobo, también dejado atrás por su manada, al que conseguirá amansar a regañadientes con la comida claro. Juntos, aprenderán a confiar el uno en el otro en un camino lleno de peligros para volver a casa antes de que llegue el frío invierno. Albert Hughes, codirigió films como Desde el infierno o El libro de Eli, afronta su primera experiencia en solitario con esta épica historia de supervivencia que lleva al espectador hasta el supuesto origen de la eterna alianza entre los humanos y sus mejores amigos caninos. La historia transcurre en un entorno prehistórico implacable, donde predomina la ley del más fuerte y el clima de la era glacial no hace ninguna concesión. En este agresivo contexto, la película habla sobre el vínculo inquebrantable entre dos supuestos enemigos naturales, el hombre y el lobo, que, abandonados a su suerte por sus respectivas especies, encuentran el uno en el otro a un fiel aliado para superar peligros y dificultades. Kodi Smit-McPhee (X-Men: Apocalipsis), con el perro es practicamente el unico, protagonista de esta conmovedora fábula universal sobre la amistad que transcurre a través de hermosos y salvajes paisajes. Le acompañan gruñendo el idioma cromañón (especialmente diseñado para la cinta) potenciando su valor emocional a falta de dialogos, Jóhannes Haukur Jóhannesson (Atómica) y Leonor Varela.