La vuelta a casa despues del trabajo o las vacaciones puede ser un mal sueño. En este peligroso espacio de tiempo, Julian Villagran experimentara lo que es ser Mr. Hyde. Su ultimo objetivo sera llegar al cumpleaños de su hija pues el lleva el pastel. Gonzalo Bedala, mucha atmosfera y mucha noche, no nos muestra nada reconocible de sus personajes, pero su thriller-puzzle despierta y ademas, la curiosidad. Un padre de familia, comprobara que todo su mundo es puesto en peligro la noche en que, por accidente, atropella a una joven mientras volvía a casa. A pesar de mostrarse inofensivo y de ofrecerse a llevarlas al hospital más cercano, Silvia, la chica que acompañaba a la malherida, sufrirá una crisis nerviosa cuando su amiga muera en el camino y huirá. Es una situación límite, y este hombre estará dispuesto a todo para evitar que su vida quede destrozada para siempre. En su segundo largometraje, Gonzalo Bendala (Asesinos inocentes) se propone dar una vuelta de tuerca a los thrillers de persecuciones, de manera que en la historia, casi desarrollada en tiempo real, no es contada a través de los ojos de la víctima, sino de aquel que le pisa los talones. Sin embargo, este acosador no es un psicópata o asesino despiadado, sino un honrado padre de familia que, en una noche de pesadilla, será presa de sus malas decisiones y buscará sin tregua a una joven que, tras convertirse en la única testigo del atropello mortal de su amiga, considera a éste una amenaza. En este juego de tensión y suspense se va desarrollando un descenso a los infiernos en el que el protagonista, íntegro e inofensivo, se va abandonando a su lado más oscuro y malvado. El Goya Julián Villagrán (Abracadabra) interpreta a este personaje en su macabra y esperpéntica odisea personal no exenta de comedia negra en la que también participan la debutante Ester Expósito (Estoy vivo) y Marián Álvarez .
lunes, 10 de septiembre de 2018
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