Rimbombante presentacion del film, que se introduce en zonas profundas de la mente, que logra inquietar al espectador al plantearle tantos juicios de valor y eticos. De hecho el pacto es con Belen Rueda, ella sola da la atmosfera, que a su pesar va de mas a menos, cerrando floja una temporada, que para si quisiera Grandinetti. Se afronta la perdida de un ser querido mediante el sacrificio, que lleva al vivo al borde de la locura, de la que David Victori manresano (Zero), nos ahorra la parte mas fantastica, la mas exorcista, con metaforas oniricas y simbolos como una araña que teje, esta si como una loca, su telaraña oportunista que hila entre el seny i la paranoia. Todo parte de la presencia de un padre policia en el levantamiento del cadaver suicidado al parecer, de su hija desaparecida. Cuando reaparece en un coma irreversible empiezan los pactos, ves a saber con quien, para mejorar la situacion. Pasiones y miserias diseccionadas por Fausto, que si parece haber pactado con el director en esta su opera prima. Lo sobrenatural como misterio, el terror convertido en cine negro, la lluvia cubriendo un cuerpo caido desde bastantes metros, y la desaparicion de una joven en el coche de un amigo. Hay que pactar con alguien, pero con quien.?
El guionista y cortometrajista David Victori (Pulsaciones) dirige una historia muy personal, ya que convierte en largometraje el relato que escribió su padre como catarsis tras la pérdida de su hija (hermana del realizador). El tema principal de aquél es también una reflexión sobre hasta dónde se puede llegar por las personas que más se quiere, y el pago que implica alterar el curso natural de la vida. Con este punto de partida, Victori compone un thriller sobrenatural que desciende al infierno particular de su protagonista, una madre capaz de entregarse a un oscuro ritual con tal de salvar a su hija. A través de la intriga y el terror psicológico, el film hace que el espectador se plantee si sería capaz de arrebatar la vida de un desconocido para salvar la de alguien a quien quiere. Belén Rueda (No dormirás), Darío Grandinetti (Despido procedente) y la debutante Mireia Oriol caminan por los rincones ocultos de la naturaleza humana a través de una Barcelona sombría.
El guionista y cortometrajista David Victori (Pulsaciones) dirige una historia muy personal, ya que convierte en largometraje el relato que escribió su padre como catarsis tras la pérdida de su hija (hermana del realizador). El tema principal de aquél es también una reflexión sobre hasta dónde se puede llegar por las personas que más se quiere, y el pago que implica alterar el curso natural de la vida. Con este punto de partida, Victori compone un thriller sobrenatural que desciende al infierno particular de su protagonista, una madre capaz de entregarse a un oscuro ritual con tal de salvar a su hija. A través de la intriga y el terror psicológico, el film hace que el espectador se plantee si sería capaz de arrebatar la vida de un desconocido para salvar la de alguien a quien quiere. Belén Rueda (No dormirás), Darío Grandinetti (Despido procedente) y la debutante Mireia Oriol caminan por los rincones ocultos de la naturaleza humana a través de una Barcelona sombría.
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