jueves, 27 de septiembre de 2018

Matar a Dios

Es una comedia negra mas propia de Satanas que de Dios. Un esperpento macabro con buenas interpretaciones para lo que es el guion. Gozaran del film aquellos que sean mas laxos con sus conciencias. Momentos brillantes como su inicio, que parece el de una serie de exito, les suceden pasajes realmente absurdos como el de las elecciones. Disparate bien organizado que no puede sustraerse a la moda de mostrar gore a litros y dialogos y frases como la de un viudo que dice " He cambiado al cura por las putas". El resumen entre la pesadilla y las dudas morales es que el espectador acaba planteandose cosas. Eso si, Caye & Pinto estan inmersos en el universo de De La Iglesia con todas sus  consecuencias no todas buenas. Neurosis y  miserias todos ella humanas y no divinas. Un matrimonio ha invitado al hermano del hombre y a su padre para celebrar la Nochevieja en su casa, aislada en medio del bosque, tipo Hansel i Gretel. La accion empieza en la cocina preparando una tortilla de patatas. Alla empieza  el marido a verbalizar su intuicion sobre si es cornudo o no.  La complicada cena transcurre con normalidad hasta que llama a la puerta un enigmatico vagabundo, sin pelos en la lengua y bebido. Un enano que asegura ser Dios y que, cuando amanezca, exterminará a la especie humana. Cosa que demuestra liquidando a uno de los presentes.Además, les informa que han sido los elegidos para escoger a las dos únicas personas que se salven en modo arca de Noe. Desde ese momento, el destino de la humanidad estará en manos de estos cuatro desgraciados. Tras lanzar a sus amigos, durante una noche de copas, la pregunta "si la humanidad fuera aniquilada, y sólo pudieras salvara dos personas, ¿cuáles serían?" y despertar un acalorado debate, los cortometrajistas Caye Casas y Albert Pintó se dieron cuenta de que habían encontrado el germen de lo que sería su ópera prima. Con esta cuestión como punto de partida, los directores dan cuerpo a una surrealista comedia negra en la que es el mismísimo Dios el que plantea este dilema a una familia (paradigma de lo peor de la condición humana) en una Nochevieja que será inolvidable, sobre todo para mal. Ni el exiguo presupuesto (financiada de forma completamente independiente), ni el complicado rodaje (marcado por percances que van desde lo climatológico hasta accidentes de sus protagonistas) han impedido que el film se haya convertido en una de las cintas de género más premiadas en los festivales, (Premio del público en Sitges). Eduardo Antuña (La reina de España), Itziar Castro (Pieles), David Pareja (Hacerse mayor y otros problemas), Boris Ruiz (Los ojos de Julia) y Emilio Gavira (Blancanieves), como Dios, el reparto.

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