sábado, 3 de noviembre de 2018

Bohemian Rhapsody

En 1970, los músicos Brian May y Roger Taylor conocen a un joven cantante de nombre Freddie Mercury y forman el núcleo de la banda Queen, al que luego se uniría el bajista John Deacon. 5 años y 3 discos después, A Night at the Opera y su single, Bohemian Rhapsody, significaría su lanzamiento mundial. Apoyados en el talento del incontrolable Mercury, Queen se convertiría en icono de varias generaciones, con el concierto de 1985 en el Live Aid de Wembley como su momento culminante, Bryan Singer (X-Men: Apocalipsis) se adentra en el género del biopic para llevar a la gran pantalla la historia de una de las emblematicas bandas de rock de los 80, Queen. A la vez que hace un retrato cercano de su líder, Freddie Mercury, cuya presencia en el escenario contrastaba con una juventud tímida e insegura y una vida adulta de excesos marcada por la enfermedad, el VIH. El film se alza como celebración del patrimonio musical de un grupo inclasificable y revolucionario que, en la figura de Mercury consiguió marcar a varias generaciones. El film abarca 15 años, desde los orígenes de Queen hasta el concierto de reencuentro que la formación británica dio en el Live Aid de 1985, considerado uno de los mejores de la historia, que sirvió a Mercury para redimirse de dos años oscuros marcados por un bajón creativo y el abuso de drogas y alcohol. Rami Malek (Noche en el museo: El secreto del faraón) asume la tarea de dar vida a Mercury y es secundado por Lucy Boynton (Sing Street), Gwilym Lee (Los asesinatos de Midsomer), Ben Hardy (Héroes en el infierno), Joseph Mazzello (G.I. Joe: La venganza) y Tom Hollander. En demasiados aspectos el film, no pasa de lo superficial, y culmina con una larga secuencia final que se configura como el paradigma de una película para fans.  
Se entiende poco que la biografía de Freddie Mercury, un personaje,  acabe convertido en un simple catálogo de momentos. Pero es a la vez un espectáculo enérgico y a la altura del grupo y de su líder. Como documental no es claro, pero como montaje musical es un espectáculo. Una sucesión de sus exitos bien montados sin otra reflexión detrás más allá de que el show debe continuar. La música, mas que Bryan Singer, dirige la historia y eso ya basta para que fans que conocen, las letras de cada uno de las piezas de Queen, puedan pasar un buen rato. De haber contado con un mejor croma , habría llevado a los espectadores una película  mas correcta. El film no hace honor a la gran interpretación imponente como la de Rami Malek.  A pesar de su electrizante actuacion, es un biopic convencional que no profundiza en  el guion.

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