Magnifico ejercicio de cine de intriga, sin moverse de el rostro de policia al telefono de emergencias europeo 112 y su pinganillo, con unos dialogos precisos con personas que reclaman ayuda y no puede conocer. Una llamada central, una mujer secuestrada por su esposo, es el eje del suspense sustentado por otras llamadas de menor interes. Todo el valor acumulado por el director, arriengadose a un tipo de film dificil, lo pierde un poco con la resolucion final del caos, la ultima conversacion, pero que iba para nota. El agil montaje, reclama al espectador que no deja de particpar en las conversaciones escuetas que mantiene con el ex policia con sus departamentos correpondientes. Se mantiene a la altura que deja estecine en Mi cena con Andre o Locke. Aun sin exteriores, el film se enmarca dentro del cine danes por sus automobiles, maleteros, la nieve, la infancia perjudicada por los acontecimientos, el mecanismo personal para resolver los casos y tambien hay sangre a traves de la camara de vigilancia, unico elemento tecnico exterior que se comunica con el gps telefonico. Un policía, por un suceso, provoco que fuera suspendido y relegado a operador del servicio telefónico de emergencias. En uno de sus rutinarios turnos nocturnos, atiende la llamada de una mujer aterrada que podría haber sido secuestrada. Desde el escritorio de la centralita, intentará encontrarla coordinándose con otros compañeros de todo el país en una investigación a contrarreloj que le obligará a enfrentarse no sólo a este caso, sino también a sus demonios personales. Sobrecogido por una llamada real a emergencias en la que una mujer secuestrada hablaba en clave para indicar a la policía su terrible situación, y por la capacidad de ésta para generar tensión en el oyente, construida a partir de lo que imaginaba mientras escuchaba, el director Gustav Möller se propuso transformar esta sensación en su primer largometraje. El resultado es un dinamico thriller premiado en los festivales de Sundance y Valladolid, donde es tan importante lo que ocurre a los personajes delante de la cámara, como los sucesos que se desarrollan únicamente al otro lado del hilo telefónico. Con un inteligente dominio del suspense, ritmo, montaje y puesta en escena, la película ofrece una experiencia pocas veces vivida en una sala de cine, sostenida casi en su totalidad por las interpretaciones de su reparto protagonista, con el sueco Jakob Cedergren y Jessica Dinnage (The Rain), el debutante Johan Olsen y Omar Shargawi prestando sus voces al otro lado del auricular.
domingo, 25 de noviembre de 2018
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