sábado, 10 de noviembre de 2018

DOGMAN

La historia de un hombre, maduro en los 80, que ya ha llegado a su destino social final y lo sabe. Sera una vuelta al neorrealismo, pero en color suena a peor, mas sucio y desvencijado que el de los 50. Parece  tener su origen en una historia verdadera que sucedio en Roma. El acotr principal es un hombre amargado luchando por su profesion y su hija. Todo ello en un entorno futurista y descalabrado con mas miseria que agua. Un protagonista que se asemeja al tambien italiano y coetaneo en nuestras pantallas Lazzaro Feliz. En un barrio a las afueras de Roma, Marcello reparte su día a día entre su trabajo en una humilde peluquería para perros y su hija Alida. Lo único que perturba su tranquilidad es un ex boxeador, criminal y adicto a la cocaína que tiene aterrorizado a todo el vecindario y que, habitualmente, entra en la peluqueria perruna para humillarlo. Pero tambien para adquirir droga que se oculta en la peluqueria y que le permite ir a bucear con su hija y hacer algun viaje. Harto de esta situación, y decidido a recuperar la dignidad perdida, este hombre planeará una sádica venganza de consecuencias inesperadas. Diez años después de Gomorra, Matteo Garrone (El cuento de los cuentos) vuelve a adentrarse en los suburbios italianos, territorio hostil donde gobierna la ley del más fuerte, para contar una historia real tan increíble como sobrecogedora. En 1988, el dueño de una peluquería canina de un barrio de la periferia de Roma, harto de las humillaciones y vejaciones de un ex boxeador y criminal, decidió engañarlo para encerrarlo en una de las jaulas que tenía para los perros, torturarlo y mutilarlo durante horas hasta causarle la muerte. Este macabro caso es llevado a la gran pantalla por Garrone, que añade importantes dosis de ficción y compone un relato que, más allá de la arquetípica historia de venganza o de débiles que se rebelan contra la opresión, habla sobre las consecuencias de las decisiones que se toman y de cómo éstas revelan la diferencia latente entre quiénes somos y quiénes creemos que somos. Con vocación ética, Garrone convierte a Marcello Fonte (La mafia sólo mata en verano) en un hombre normal que, acorralado por la bestia, interpretada por Edoardo Pesce (Fortunata), se transforma en un sádico justiciero. Completan el reparto de este film violento, Nunzia Schiano (Bienvenidos al sur) y Adamo Dionisi.

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