Podría haberse llamado la atmósfera. Densa, cruda, fría, compuesta de miradas, de mentiras, de trucos mentales para engañar y perpetuar algún tiempo mas la traición, el trasvase de documentos al contrario. Guionista de "El color de la noche", Billy Ray un talento dominando la intriga, nos sirve aquí el caso real de un agente del FBI que durante 22 años vendió secretos al KGB. Amistad y traicion es la base del juego propuesto para mantener en vilo al espectador que no sabe como escapar de la tela de araña tejida por los dos protagonistas. Sensacional Chris Cooper, no visto desde American Beauty que arranca la historia de Robert Hanssen, desde el momento en que le sitúan un compañero vigilante (topo Ryan Phillipe) para que finalmente desenmascare ya la oscura trama.
Tampoco Laura Linney aporta a este "Breach" menos calidad, mas luz a las sombras, menos quietud a la traición y menos reposo al desasosiego. Como la actriz, el film es tremendo, eficaz, una partida de ajedrez donde las jugadas cantadas son adivinanzas. Hay que tener madera de espía. No es un trabajo seductor. Como el de mafioso. Ninguno en el que la materia prima que se maneja es la traición.
sábado, 29 de diciembre de 2007
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