Paul Auster irrumpió en el cine con un denso "Smoking" , "Blue in the face" y un "Lulu on the bridge", en a las que Harvey Keitel traspasaba la literatura de sus cuentos para darles piel de lobo al escritor. El austero y personal Auster, adoraba de pequeño el personaje de hielo de Martin Frost y tan pronto como pudo le corporizo en uno de sus relatos, el que ahora nos presenta. Poesía, amor a los libros, prosa filmada es lo que modela este actor, David Thewlis con sus manos y miradas con una intensidad tal que al fin no sabemos quien es Auster, Frost o nosotros mismos.
Lírica y movimiento es una cualidad difícil de aunar. Y Auster en la dirección, en la voz de mando lo intenta a cada vuelta de motor o manivela. Y a ello ponen también su empeño y actuación la hija, Sophie Auster y un efervescente Michael Imperioli que pone gas donde no lo hay. Inolvidable una vez mas Irene Jacob, porque no sale nunca en los ranquings esta mujer?, en su papel de musa que emulsionara cuando la realidad y la ficción, la llamada a la inspiración hayan desparecido. Reflexion personal de un autor al que el humo y el jazz le han llenado la vida y el cerebro. Gracias Auster por legarnos algo del pote de maquillaje que usas al pasar por el puente de la intriga.
miércoles, 19 de diciembre de 2007
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