domingo, 2 de agosto de 2009

Desgracia

Steve Jacobs ya había trabajado con la guionista Maria Monticelli en el 2001, en La española y conservan en su trabajo la sutileza y complejidad con que narran la redención progresiva y la transformación tanto del protagonista John Malkovich, como del territorio sudafricano. Una revisión dolorosa donde la brutalidad es considerada como inevitable como peaje de la humanidad para lograr beneficiarse de la coexistencia. Un futuro mejor, una puerta a la esperanza y un clima psicológico que no provocan ira ni rabia a pesar de estar servida en crudo, pero si que dejan una vertiginosa sensacion de malestar.
Asistimos en la historia a un cautivador proceso de redefinicion de las identidades, un experimento de conrear creencias y el típico proclive aliento hacia la autodestruccion de un país, en este caso Sudafrica antes de los mundiales. El fin del dominio explicito de los blancos y la necesidad imperiosa de los negros de expresar en alto su frustacion contenida y su deseo de venganza. Un símbolo de todo es la fascinacion que sienten por los perros, en el que su posesión y sacrificio conforma el sistema de vida salvaje de la sociedad.
La juventud se pierde, la ciudad gana terreno a la naturaleza, el hombre todavía lucha por su machismo, los colores enfrentan a las razas, la bestialidad quiere imponerse, la inteligencia derrota al poder, que asu vez la reprime con violencia. Alegórica adaptacion del premio Nobel, J.M. Coetze, aclamado en todo el mundo con el premio Booker Prize en 1999 y a la que ahora dan vida ademas de Malkovich, Fiona Press, Jessica Haines y Erica Ebouaney.

No hay comentarios: