Contradictoria pelicula de Takeshi Kitano, del cine dentro del cine, contra la taquilla y contra la industria, publicidad y prensa. Una primera parte divertida e inteligente ayuda a cambiar el cliche que tenemos del Kitano mafioso o samurai y que carga contra el cine japones en general. Despues el film se vuelve hermetico, introvertido, caotico y televisivo, como para su propia terapia que ya inicio con Humor amarillo hablando de sus raices televisivas y que parece que cerrara su tratamiento mental con Aquiles y la tortuga.
Olvidado de momento el cine de yakuzas que le dio a conocer, mezcla con desigual acierto la anarquia y la comedia bucolica con imagenes de horror. algun homenaje a los grandes maestros, las artes marciales y la ciencia ficcion, siempre en el filo del funambulismo surrealista.
El mismo, Toru Emori y Kayoko Kishimoto interpretan lo que el polemico y aclamado director certifica como el proceso autodestrutivo de su carrera. Celebridad mediatica mas por su personalidad que por su obra, esto le tiene herido en lo mas profundo de su ego. Autodestruida la relacion hombre persona en su anterior film se le nota que el camino hacia la gloria es incierto, fuoco in el aqua, como dice la cancion. Que su trilogia le permita acabar con ese desespero y volver a obtener los parabienes del gran publico. Al menos el japones.
domingo, 30 de agosto de 2009
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