Ignoro el parentesco de Lara Shapiro con Alan o Paul idem si lo hay. Cinefilamente no. Lo que empieza como una procesión de semana santa, con lección moral incluida, que consiste en el engaño de fingir un embarazo con barriga falsa, nauseas y deseos, acaba en un placer pequeño. Lindsay Lohan, la joven protagonista, consigue con la barriga todo lo que no tenia asegurado con el vientre liso, amor, trabajo, amigos, etc.
Frente a un jefe clásico, antipático, mediocre y cursi, y ante el peligro eminente de despido, decide hacerse pasar por embarazada de cuatro meses. Esta situación equivoca permite a la directora intentar desarrollar una serie de tópicos de la prematernidad y elevarlos a la categoría de gags que subirán toda la escala que va de la sal gorda a la comedia romántica.
Todo ello ocurrirá en una modesta editorial en la que se moverán Chris Parnell, Cheryl Hines, Luke Kirby y Janeane Garofalo con distinto acierto y gracia.
miércoles, 5 de agosto de 2009
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