Nadie podia decir a David Carreras que gracias a la globalizacion podria reunir en su segundo film, el primero fue Hipnos, a Maximilian Schell y Eduard Fernandez mas Tobias Moretti. Olvidando su inicio fantastico con gotas de terror japones, adapta ahora la novela de Daniel Vazquez Selles, Flores negras para Michael Roddick, que trata de espias durante la guerra fria. El filme que no deja de viajar, primero a los paises del Este en 1989, dejando siempre un reguero de sangre en varios de sus paisajes, para pasar luego sin parar de Barcelona a Viena y al reves o sea en direccion contraria. Trama literaria y compleja, con agentes dobles y triples, traidores a porrillo y los tipicos señores que quieren todo el poder, pero para ello hay que resolver un enigma de quien es el asesino, en una larga lista de candidatos, que mato a la madre de la protagonista hace 20 años.
Gran interpretacion tambien de Marta Etura que encarna madre asesinada e hija investigadora a la vez y que es el maximo exponente del sustrato que tienen los personajes del film que alguna cosa aporta a la desaparicion y castigo de la KGB y la Stasi. Estetica de blanco y negro, muy de espia descuidado y sucio como su juego, que pese a su aplicacion profesional y calidad laboral, se encuentra ahora en el paro. Dignidad, lucidez para mantener el embrollo, pero queda el regusto amargo de la ocasion perdida para hincarle el diente a la historia reciente y hacer un poco mas de caso y honor a la caida del muro de Berlin.
viernes, 18 de septiembre de 2009
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